Lávate las manos siempre antes de tocar el tatuaje.

Al llegar a casa retira el plástico que te hemos puesto esperando unas tres horas aproximadamente.

Solamente la primera noche vuelve a tapar el tatuaje con film trasparente, sin poner ninguna crema.

El día después del tatuaje al despertar, lava las manos, remueve el film  y con con agua templada y jabón neutro limpia el tatuaje, no utilices esponja.

Sécalo cuidadosamente con papel limpio de cocina con ligeros toques.

Una vez seco, aplica  una pequeña cantidad de pomada cicatrizante recomendada por tu tatuador, expandiéndola con un ligero masaje hasta que el tatuaje quede hidratado.

Repite el proceso de lavar secar y hidratar tres veces al día durante una semana.